Nuestro segundo día de vacaciones en Novo Sancti Petri
Las siguientes líneas han sido escritas por clientes que se han hospedado en nuestro complejo. Han querido expresar sus vivencias y recomendar una serie de actividades que ofrecemos en colaboración con activecadiz.com.
Durante la semana que estuvimos de vacaciones, optamos por realizar actividades el viernes. Han sido unos días muy tranquilos y relajados, en los que no nos ha faltado el entretenimiento y la diversión. Viajamos hasta la zona dos parejas que somos amigos desde hace muchos años, y podemos decir que ha sido uno de los mejores viajes que hemos vivido juntos.
Por la mañana, decidimos apuntarnos al submarinismo, una experiencia que no olvidaremos nunca. Nada más terminar de desayunar, Novo Sancti Petri se ocupó de trasladarnos hasta el lugar donde comenzaríamos a sumergirnos. Antes nos habían propuesto un ensayo previo en la piscina del Cortijo Fontanilla, pero nosotros nos atrevimos de primeras en el mar.
Una vez allí, pasamos un gran rato. En todo momento estuvimos acompañados de los mejores profesionales, que nos ayudaron a vestirnos con los trajes de agua y nos enseñaron cómo funcionaban las máscaras de aire. Observamos todo tipo de plantas acuáticas, con colores increíbles y una gran variedad de peces que no habíamos visto hasta entonces. Tuvimos la oportunidad de ver un pequeño barco hundido, el cual según nuestros monitores, llevaba allí desde hace más de dos siglos.
Por la tarde decidimos visitar la Granja Escuela, que se encuentra a escasos metros de la playa. Es un recinto muy bien cuidado y con una gran variedad de animales de los que aprendimos mucho. Allí, los encargados les dan un trato muy respetuoso, y siempre están muy atentos a que los animales se encuentren bien y estén alimentados correctamente.
Nos ofrecieron probar un huevo de las gallinas que allí cuidan y compararlo con cualquier otro de un supermercado. Nada más saborearlo, todos notamos que era totalmente diferente, con un sabor más auténtico y limpio, nada que ver con los que solemos comprar habitualmente.
No nos fuimos de allí sin ordeñar algunas de las vacas. Mientras ellas estaban allí tranquilamente, nosotros nos divertimos y nos reímos entre nosotros de nuestra inexperiencia a la hora de extraer la leche. Al final, conseguimos sacar algo gracias a la ayuda de los profesionales que allí trabajan, enormemente cualificados y que conocen a los animales como la palma de su mano.
En definitiva, la jornada que vivimos fue de lo más entretenida que uno puede hacer en unos días de vacaciones de relax. El submarinismo nos refrescó muchísimo, además de que salimos muy sorprendidos con lo que uno se encuentra en las profundidades del mar. La Granja Escuela fue otro gran plan, en el que nos reímos bastante y aprendimos de un estilo de vida diferente alejado de la ciudad.